Una copa que renueva esperanzas

La Copa de la Reina es la pócima rejuvenecedora que necesitaba el Athletic Club. El conjunto bilbaino ha sufrido una temporada en la que casi desde el comienzo ha tenido que luchar por seguir el ritmo de los que pronto se proclamaron como los favoritos de la liga. Además, el conjunto dirigido por Joseba Agiirre ha llegado al final del campeonato con una ausencia de objetivos claros por los que pelear. Cómodamente posicionado en la quinta posición, el Athletic pronto sintió que luchar este año por el título de liga sería arduo complicado. Los dos equipos destacados, Atlético de Madrid y Barcelona, se mostraron seguros y persistentes durante el desarrollo de la temporada y no dieron opción al resto de equipos de luchar por la liga. Para el Athletic, que partía como vigente campeón, luchar por posiciones como la quinta no suponía una motivación especial y quizás verse desplazado a esas posiciones sin opción a título pudo pasar efecto.

Para la enfermería del Athletic tampoco ha sido una temporada sencilla. Y es que, a la falta de objetivos importantes se le sumaron las continuas lesiones de jugadoras importantes que no ayudaban a mantener un equipo competitivo. El técnico Joseba Agirre ha comentado en numerosas ocasiones las dificultades que entraña no contar con la disponibilidad de toda la plantilla durante gran parte de la temporada. Sin embargo, las lesiones de futbolistas titulares, han dejado hueco para una plantilla de jóvenes promesas que esta temporada han tenido la posibilidad de asumir responsabilidades y mejorar como futbolistas. Seguro, las cachorras del segundo equipo del Athletic, con un estupendo papel ganando la Liga, en un futuro próximo tomarán las riendas del equipo para seguir haciendo disfrutar a la afición.

Con total seguridad, el Athletic esperaba más de una liga en la que ha terminado sin pelear por objetivos. Sin embargo, todavía queda la Copa de la Reina. Una competición nueva en la que el equipo rojiblanco depende de su buen hacer. Las de Joseba Aguirre querrán despedir el año con la consecución de un sueño, conseguir el trofeo. Algo que tendría más valor aún si sirviera para despedir a tres leyendas como Irune Murua, Eli Ibarra y Iraia Iturregi, por todo lo alto.

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