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Festín de goles para no perder el ritmo

  • Rubén Gargoi
  • 23 oct 2017
  • 2 Min. de lectura


Sondika recibió al Athletic y al San Ignacio en un ambiente solidario y con la ilusión de ver goles y fútbol de calidad en un terreno de juego de película, situado a pocos metros del estruendoso sonido de los aviones al despegar. Una furgoneta, que terminó llenándose de alimentos no perecederos gracias a los donativos de los aficionados, se encontraba en la entrada del campo, queriendo recordar a cada asistente la importancia de colaborar con los más desfavorecidos. Así, ambos conjuntos saltaron al campo procurando no perder el ritmo de la competición, que se detuvo una semana más por los partidos de las selecciones.


Las nubes, aunque amenazaron durante toda la mañana, resultaron ser compasivas en casi todo momento, a excepción de algunas gotas durante el descanso. Joseba Agirre decidió alinear al once de gala para afrontar un encuentro que pronto comenzó a volverse cuesta abajo y concluyó con una goleada del equipo rojiblanco. Cinco fueron los goles de diferencia al cabo de los 90 minutos. Y es que, el once titular del combinado rojiblanco fue letal. Cuatro goles en la primera mitad decantaron una victoria que acabó rematando Maite Oroz al filo del pitido final. Sobre la alfombra verde de Sondika, no hubo color. El Athletic demostró su valía y dejó desde el principio claro que no fue a Basozabal a pasar la mañana. Las de Agirre salieron a morder y a poner en práctica todo lo entrenado en una semana en la que las risas y el ambiente distendido reinó en Lezama.


Así, con una victoria sin complicaciones y con muy buena relación entre las futbolistas de ambos equipos, el Athletic se preparó para volver al fuego real, que tendrá lugar esta misma semana, en la que el Granadilla visitará Lezama.

 
 
 

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