Fin de año, tiempo de rememorar vivencias y de hacer pronósticos de cara al 2018
- Rubén Gargoi
- 30 dic 2017
- 3 Min. de lectura

Mañana, como cada 31 de diciembre, tendremos que volver a cambiar el calendario de la pared para enfrentarnos a los nuevos desafíos, dificultades y obstáculos que nos deparan los siguientes 365 días. Es tiempo de mirar hacia el futuro, tiempo de soñar y de plantearnos, como cada año, nuevos propósitos. Pero también es momento de echar la vista atrás y de rememorar los buenos instantes, los retos superados y todas las pruebas que la última vuelta al sol nos ha dejado.
El Athletic, como cada uno de nosotros, también ha tenido que superar sus propios retos este año. Las rojiblancas lucharon durante toda la segunda vuelta de la 2016-2017 por alcanzar ese primer vagón de la clasificación. Sin embargo, y a pesar de los esfuerzos de Joseba Agirre y de la plantilla al completo, el Athletic no consiguió pelear de tú a tú por las primeras posiciones y vivió un final de liga desprovisto de emoción. Las leonas, con la clasificación para la Copa asegurada y sin posibilidad de luchar por los puestos de Champions, se quedaron sin objetivos importantes por los que pelar. Así, sin demasiado entusiasmo, las bilbaínas cerraron una liga en la que fueron el 5º mejor equipo, por detrás del Atlético de Madrid, Barcelona, Valencia y Levante.
La falta de ilusión por la Liga hizo que las de Joseba Agirre concentraran todos sus esfuerzos en levantar el título de Copa. Sueño, que lejos de convertirse en realidad, se rompió en mil pedazos. El Valencia fue el verdugo que se encargó de acabar con la ilusión de la hinchada rojiblanca. Tres goles fueron lo que apearon al conjunto vizcaíno de una competición que todavía se le resiste.
Las vacaciones veraniegas de 2017 no fueron menos tranquilas. La noticia bomba del verano rojiblanco llegó a mediados de mayo con la retirada de Irune Murua, Eli Ibarra e Iraia Iturregi. Tres leyendas del club de Ibaigane decían agur al fútbol como futbolistas. Poco después, se unieron a las bajas Jone Guarrotxena, Maite Lizaso y Esti Bajo. En total 6 jugadoras menos para una plantilla que tenía que reestructurarse mirando a la cantera. Para reforzar el vestuario, el Athletic se hizo con los servicios de Ane Bergara, procedente del Barcelona y María Díaz Cirauqui de la Real Sociedad.
Con todos estos cambios y una nueva estructura, el Athletic afrontaba un año que muchos catalogaban como año de transición. Una temporada cuyo principal fin debía ser el de otorgar minutos a unas futbolistas muy jóvenes y con poca experiencia en competiciones de alto rendimiento. Sin embargo, y pese a los desfavorables pronósticos, las leonas están demostrando toda su valía sobre el césped. Este último mes, el Athletic ha sufrido otro duro golpe con la marcha de una jugadora tan importantes como Joana Flaviano. La centrocampista de 27 años, se vio obligada a dejar su vida de futbolista por incompatibilidad con su nuevo contrato de trabajo.
Pese a las numerosas e importantes bajas, todo el esfuerzo de cada una de las futbolistas, ha hecho posible que el equipo termine el año en tercera posición, solo por detrás de Barcelona y Atlético de Madrid. Así, los números de esta campaña superan a los de la anterior, en la que el Athletic terminó el 2016 en quinta posición con 26 puntos en 14 partidos, 4 menos que los que acumula esta temporada. Parece ser, que como siempre, el Athletic se acaba sobreponiendo a la adversidad y eso es lo que le mantiene año tras año entre las mejores. Sin duda, estas jugadoras nos han demostrado este 2017 que son un ejemplo a seguir. Y nosotros, desde aquí seguiremos atentos a sus próximas hazañas.
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2017

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