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Viaje complicado para medirse a un Sevilla que busca huir del fantasma del descenso

  • Rubén Gargoi
  • 22 mar 2018
  • 2 Min. de lectura

La Liga Iberdrola sigue adelante y, con ella, la batalla por la tercera posición. Esa que el Athletic ha defendido durante gran parte de la temporada, pero que hace dos semanas perdió para volver a recuperarla hace apenas unos días. Las rojiblancas parecen empeñadas en no desprenderse de ese último escalón del podio y si quieren lograrlo están obligadas en continuar sumando victorias. Este domingo, el combinado bilbaíno viajará a Andalucía para medirse al recién ascendido Sevilla. Si hace apenas una semana las leonas derrotaban en casa al Betis, será el vecino hispalense quien trate de ponerles las cosas muy complicadas esta semana.


El Sevilla, que ocupa la decimosegunda posición en la tabla, se encuentra a medio camino de la lucha por la clasificación para la Copa de la Reina y la batalla más cruenta: la guerra por la permanencia. El conjunto andaluz aventaja en 10 puntos al Zaragoza, equipo que marca el descenso, y se encuentra a 8 puntos del Levante, conjunto conjunto que ocupa el último puesto para la clasificación para la Copa. El bloque dirigido por Francisco José García no consiguió ganar el fin de semana pasado en el que se enfrentó al último clasificado, el Santa Teresa. Antes, ya había perdido con la Real Sociedad por 2-0, con lo que las hispalenses estarán deseando reencontrarse con la victoria y más delante de su gente.


Echando la vista atrás, en el partido de ida el Athletic se sobrepuso al Sevilla en Lezama por 2 goles a 1. Las dianas de Yulema Corres y de Erika Vázquez fueron suficientes para derrotar a un Sevilla que estaba haciendo un muy buen papel como recién llegado a la élite del fútbol nacional.


El partido, que comenzará a las 11:00 horas en la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios, se presenta muy interesante. Al Athletic, solo le vale ganar si quiere continuar siendo el mejor equipo entre los mortales. Para el Sevilla, por su parte, puede ser la entrada a la fiesta por las posiciones de clasificación para la Copa de la Reina y, al mismo tiempo, un paso más en su huida del fantasma del descenso.

 
 
 

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